Cuando hablamos del Texas Hold’em, muchas personas no se da cuenta de que este juego de cartas tiene una larga y sinuosa historia que lo sacó de la oscuridad total para llevarlo a los casinos modernos (e incluso a las salas de estar) de todo el mundo.
Los orígenes del Texas Hold’em
Los orígenes exactos del Hold’em siguen siendo un poco turbios. Sin embargo, la mayoría está de acuerdo en que el juego nació en su estado homónimo (Texas), en la ciudad de Robstown, en algún momento de principios de 1900. Allí, en el gran estado de la Estrella Solitaria, pasó prácticamente desapercibido durante décadas hasta que este género de póquer se lanzó finalmente en 1967 en Las Vegas.
Crandell Addington, un contribuyente clave a la cultura del póquer de Las Vegas, promociona el Hold’em como un «juego de hombres pensantes». A diferencia de otras versiones de póquer que dependen en gran medida de la suerte, Addington señaló que este estilo de juego permite el pensamiento y la ejecución estratégicos, lo que despertó el interés inicial de los jugadores.
Si bien el juego estratégico atrajo cierta atención preliminar, la ubicación puede haber jugado un papel importante en el hecho de que el Hold’em siguiera siendo prácticamente desconocido en su debut.
Los jugadores que esperaban jugar algunas manos de este juego sólo podían hacerlo en el infame Golden Nugget. Conocido por sus suelos de serrín y su clientela dudosa, el Nugget rara vez recibía a los grandes jugadores, lo que limitaba la exposición general de la gente al juego.
El surgimiento del juego que conocemos hoy
En 1969, el casino The Dune anunció un torneo de Texas Hold’em. Esto supuso el cambio definitivo del juego (juego de palabras). El Dune ocupó un lugar privilegiado en el legendario Strip de Las Vegas, atrayendo a jugadores de alto nivel a participar y experimentar el juego por sí mismos. Este evento se considera a menudo el comienzo del ilustre aumento de la popularidad del Hold’em.
Al año siguiente, el Hold’em se afianzó aún más en los círculos de póquer de élite. En 1970, el equipo de padre e hijo, Benny y Jack Binion, cambió el nombre de la antigua Convención de la Fraternidad del Juego por el de Serie Mundial de Póquer.
Texas Hold’em como el evento principal
En 1971, el dúo presentó el Texas Hold’em como el evento principal del torneo. Sí, los números del primer año fueron relativamente pequeños. Sin embargo, cada año ayudó a que el juego ganara mucho en impulso, popularidad y estatus, lo que hace que hoy en día haya miles de competidores en el evento anual de las Series Mundiales de Póquer.
El mundo literario también ayudó a que el Hold’em ganara adeptos entre los jugadores novatos y veteranos. En 1978, Doyle Brunson publicó su libro «Super System», que renovó la imagen del póquer. Además, el libro de Al Álvarez «The Biggest Game in Town» (El juego más grande de la ciudad), relataba el torneo de las Series Mundiales de Póquer de 1981, ofreciendo a los lectores una visión inestimable de todo lo que ofrece este juego.
Todos estos acontecimientos resultaron ser una tormenta de popularidad perfecta, que catapultó el juego de la ambigüedad a la notoriedad entre jugadores de todas las edades y niveles de habilidad. Presente en los mayores casinos del mundo, en las reuniones de amigos e incluso en Internet, el Texas Hold’em se ha impuesto en la cultura moderna del juego en todas partes.