El marketing digital es un recurso vital para instaurarse como un negocio fructífero en los tiempos que corren, habiendo de invertir parte del capital de la compañía en aquellas estrategias que hayan probado su efectividad. Algunas, como el diseño web, son básicas simplemente para la mera existencia de la empresa en internet. Sin embargo, existen otras que demuestran una visión corporativa avanzada, con el fin de poder expandir así el emprendimiento a otros países de especial interés, como puede ser China. En ambos casos, recurrir a expertos es fundamental, con el objetivo de poder augurar los mejores resultados en términos económicos.
Apuesta por un diseño de calidad, la base del marketing online
Una estrategia de marketing digital debe contar con unos cimientos sólidos para su efectividad y, como tal, todo empieza con el diseño web WordPress. A pesar de lo simple que puede parecer crear por cuenta propia una plataforma online en WordPress, es necesario saber que hay un amplio volumen de aspectos que se deben tener en cuenta de cara a las posteriores acciones de posicionamiento online, razón por la que delegar en diseñadores profesionales no es una opción: es una obligación.
Las agencias de diseño saben qué estilos visuales son los más adecuados para cada negocio que llega a sus puertas. De este modo, no solo se encargan de establecer la excelencia estética, sino que también son capaces de reflejar los valores corporativos sin palabra alguna. La belleza de la web, como puedes ver, está directamente ligada al impacto que generamos en el mercado online.
En cuanto a las estrategias de posicionamiento web que se deben llevar a cabo una vez la página está en activo, las mismas deben haberse fijado durante el proceso de diseño. Crear un blog para el marketing de contenidos, velar por el buen rendimiento de la plataforma o garantizar la correcta indexación, son algunos de los factores que repercuten en el SEO. Un conjunto de acciones para que sea más sencillo conseguir relevancia en los buscadores y, por extensión, aumentar la facturación de la empresa.
Marketing en China, entra en el gigante comercial
Vivimos en un mundo transversalmente marcado por la globalización y, si hablamos del previamente comentado posicionamiento, el SEO China ya se ha postulado como una de las estrategias más interesantes. Una metodología que, fruto de las diferencias entre Oriente y Occidente en relación con el paradigma online, de igual forma, debe ponerse en manos de agencias especializadas en el gigante asiático.
China ha bloqueado el acceso de sus ciudadanos a todo cuanto esté ligado a Google o Facebook. En su lugar, dispone de otras tantas plataformas similares en las que podemos dar a conocer nuestro modelo de negocio, es decir, en lugar de Google tienen Baidu, y en vez de las redes sociales que triunfan en nuestro país, encontramos otras como Weibo, Xiaohongshu o Doujin. Una serie de diferencias que obligan a recurrir a quienes han basado su actividad profesional en esta región del mundo, con la idea de que puedan ayudarnos así a crecer comercialmente en el mercado más grande del mundo.
A pesar de esta realidad, los mecanismos de marketing son similares en Oriente y Occidente, es decir, allí encontramos tanto el SEO, destinado a hacernos crecer en el motor de búsqueda de Baidu, como el SEM, el cual supone colocar publicidad Baidu de pago en favor de alcanzar el primer puesto en la lista de resultados de forma inmediata. Ahora bien, para que estas campañas de anuncios sean efectivas, deben llevarse a cabo bajo un minucioso plan de acción. Solo así podremos asegurarnos de que la inversión publicitaria nos traiga los resultados esperados, convirtiéndonos, más pronto que tarde, en referentes de nuestra actividad económica.
Carece de sentido cerrarse las puertas al comercio internacional, cuando todo se puede resumir a una gestión óptima del marketing digital. En consecuencia, ya que disponemos de varias agencias especializadas en la materia, nada como solicitar un presupuesto por sus servicios. Una inversión que no tardaremos en monetizar, multiplicando de forma abrumadora el capital financiero de la empresa.