A fin de organizar los juegos olímpicos de forma segura, las autoridades chinas crearon una enorme burbuja para recibir a las delegaciones olímpicas. Esto forma parte de su política de cero COVID-19 en todo el territorio nacional y que es un orgullo para la nación asiática.
Las autoridades afirmaron que han realizado más de 500,000 pruebas desde el pasado 23 de enero y han descubierto más de 200 casos del coronavirus y la gran mayoría de ellos personas que llegaron al aeropuerto internacional de Pekín. De ellas, 11 han tenido que ser hospitalizadas según informaron los organizadores del evento.
Los atletas llegan a un circuito cerrado
Todo comienza con las pruebas de COVID-19 que hacen antes de embarcarse en sus vuelos para la capital China, que por supuesto han tenido que dar un resultado negativo. Al arribar al aeropuerto los trabajadores de la pista de aterrizaje están vestidos con equipos de protección y destinados para organizar los vuelos de los juegos olímpicos.
Los atletas son esperados por una explanada cavernosa y vacía, clausurada de forma exclusiva para los participantes de los juegos olímpicos. Los esperan trabajadores en pequeños lugares armados con hisopos nasales y de garganta, para volver a examinar a quienes dieron negativo junto antes de la salida de sus vuelos.
Al montarse en los autobuses que los llevarán a su hotel se siguen rigurosos métodos sanitarios entre ellos rociar el autobús con aparente desinfectante. Ya en la habitación del hotel deberán esperar hasta los resultados de la prueba que les aplicaron el aeropuerto para poder salir de la habitación.
La vida en la burbuja para los atletas
Para los participantes de los juegos olímpicos los restaurantes de fuera de la burbuja están prohibidos. Con todo, los organizadores han creado una ciudad en sí misma para todos los atletas y personal relacionado con las olimpiadas.
Hay diversos puntos de control en donde robots y computadoras se encargan de la limpieza de piso, la medición de temperatura y el escaneo de las credenciales. Hasta hay robots que regañan a cualquier persona que no esté usando debidamente el cubrebocas.
También hay máquinas que preparan alimentos como dumplings, brócoli y arroz frito. Con todo, a pesar de todas estas fuertes restricciones debido a la crisis sanitaria del COVID-19, todavía se respira un ambiente de alegría entre los deportistas que se muestran ilusionados de poder llevarse una medalla para el orgullo de su nación.