La gastronomía española es una de las más populares en el planeta, y no es para menos. Por cada uno de los territorios de nuestro país encontramos productos exquisitos capaces de hacer las delicias de los paladares más curtidos en la materia. Sin embargo, para que esto suceda así, es importante que se mantenga en todo momento el sello artesanal, el cual ofrece el rigor de una forma de producción tradicional que nada tiene que ver con las grandes industrias alimentarias. Una forma de garantizar que el sabor y las propiedades originales del producto en cuestión se mantienen, para que, cuando nos lo llevemos a la boca, la experiencia sea tan gratificante como merecemos.
Jamones exquisitos para degustar la raza ibérica
Si hay un artículo nacional que destaca por encima del resto, ese es el jamón serrano, un producto que ha recorrido todo el planeta y ha generado un impacto comercial incontestable allá donde ha viajado. Uno de los formatos más deliciosos es el jamón etiqueta roja, el cual tiene un 75% de raza ibérica y viene de cerdos criados a base de bellotas y en absoluta libertad, algo que confiere a la pata una textura y un sabor sin igual.
Para que el jamón tenga el sello de calidad de la etiqueta roja, es fundamental que el animal haya sido alimentado a base de productos de primer nivel. Ejemplo de ello son las bellotas en montanera que se encuentran en las dehesas de la Sierra de Huelva, uno de los entornos más populares dentro del país en lo que a producción de jamón se refiere. Asimismo, el proceso de elaboración de la pieza responde a una tradición artesanal en la que, durante 26 o 38 meses, se va curando la pata, para que adquiera todo su sabor. Ahora bien, si optas por hacer esta inversión, es fundamental que sepas cómo conservarlo para que todas sus propiedades se mantengan intactas, dejándolo en un lugar fresco y seco, con trozos de tocino protegiendo la zona de corte.
Ahora bien, el jamón de etiqueta roja no es la única opción que tenemos cuando vamos a realizar una inversión gourmet de estas características. De hecho, comprar una paleta de cerdo ibérico es una tendencia mucho más extendida, fruto de lo asequible que resultan estas piezas. Mientras que las anteriores pueden superar los 300 €, estas se quedan en poco más de 80 €.
No obstante, no te dejes guiar por el precio, ya que a pesar de ser de una calidad inferior, las paletas también provienen de cerdos de la Sierra de Huelva y el proceso de curación puede alcanzar los dos años. Un proceso de elaboración que demuestra todo el mimo y el cariño que se pone en cada pata de jamón, haciendo que podamos disfrutar al máximo de esta maravilla de la gastronomía nacional. Todo ello pudiendo realizar la compra por internet, de forma que nos hacen llegar el producto directamente al hogar.
Patatas artesanales, los snacks más saludables
Si bien es cierto que el jamón es el artículo por excelencia en España, no podemos dejar de lado aquellas empresas que también han llegado a lo alto de la industria como resultado de su foco en el ámbito artesanal. Un buen ejemplo de ello es Monti que, tal y como podemos apreciar a través de su web pmonti.com, es un fabricante y distribuidor de patatas fritas de la más alta calidad.
En lugar de elaborar snacks en grandes cantidades, pero de poco nivel, esta compañía ha apostado por la producción saludable, es decir, crean aperitivos que resultan positivos para el organismo y exquisitos para el paladar, siguiendo la misma metodología con la que nacieron hace ya casi seis décadas. Una trayectoria impecable que les ha llevado a abrir hasta 5.000 establecimientos, e incluso, dar el salto al ámbito internacional.
Como puedes ver, podemos estar orgullosos de tener productores de la talla de Monti en lo que se refiere a las patatas fritas. Una forma de velar por nuestro bienestar cuando nos disponemos a picar, abandonando todos los productos de carácter industrial. Porque lo artesanal está siempre más delicioso y en los snacks no hay excepción alguna.